Antonio con solo 8 años no sólo programa para que sus compañeros aprendan lecciones de clase sino que ensena a otros niños más pequeños la magia de  crear con unos cables, un ordenador y mucha imaginación.

En su charla Antonio comparte cómo lo hace y sobre todo su visión de la importancia de compartir recursos con todo el mundo para seguir aprendiendo y creando. Este vallisoletano tiene una pasión, la programación.

Con ella imagina, crea juegos, historias, animaciones, y aprende divirtiéndose y compartiéndolo con niños de todo el mundo. Pertenede al CJP (Club de Jóvenes Programadores) de la Universidad de Valladolid y participa en el Scratch Day, que en Valladolid se celebra en la Universidad de Informática.