Tipos de crisis

Hay dos tipos de crisis epilépticas, las generalizadas y las parciales. Las primeras afectan a los dos hemisferios cerebrales (lados del cerebro) desde el inicio de la crisis, y se subclasifican en varios tipos principales:

En las crisis parciales, en cambio, el inicio de la actividad bioeléctrica está limitada en una zona específica del cerebro.

Crisis epilépticas generalizadas tónico-clónicas

Son el tipo más común y más conocido de crisis epilépticas generalizadas. Se inicia con la rigidez de las extremidades (fase tónica), seguido por zarandeos de las extremidades y de la cara (fase clónica). 

Crisis epilépticas generalizadas mioclónicas

Las crisis epilépticas generalizadas mioclónicas son contracciones rápidas y breves de los músculos corporales, que en general se producen a la vez en ambos lados del cuerpo. De vez en cuando implican un brazo o un pie. La gente suele pensar que son sacudidas repentinas o torpeza. Una variante de la experiencia, común a muchas personas que no tienen epilepsia, es la sacudida repentina de un pie durante el sueño.

Los primeros auxilios no suelen ser necesarios. Sin embargo, una persona que tenga una crisis mioclónica por primera vez debe recibir una evaluación médica completa.

Crisis epilépticas generalizadas atónicas

Las crisis epilépticas atónicas producen una pérdida brusca del tono muscular. Se las conoce como drop-attacks y consisten en cabeceos, pérdida de la postura, o el colapso repentino. Como son tan bruscos, las personas que los experimentan se desploman, por lo que se pueden producir lesiones traumáticas en la cabeza. No es necesario prestar primeros auxilios, a menos que hay una lesión por la caída. Existen cascos de protección tanto para niños como para adultos.

Crisis epilépticas generalizadas de ausencia

Este tipo de crisis epilépticas consiste en lapsos de pérdida de consciencia que comienzan y terminan bruscamente, en los que se detiene la actividad que está realizando el paciente y permanece con la mirada fija durante unos segundos. No hay ninguna señal de advertencia y no producen ninguna consecuencia una vez finalizan. Es más común en niños que en adultos. A menudo son tan breves que no se detectan aunque se sucedan repetidamente, por lo que pueden pasar meses y años antes de que el paciente consulte a un médico.

Los espasmos infantiles son grupos de movimientos rápidos y bruscos que se inician entre los tres meses y los dos años. Si un niño está sentado, la cabeza cae hacia adelante y los brazos se flexionan también hacia adelante. Si está acostado, las rodillas se doblan, los brazos y la cabeza se flexionan hacia adelante como si el bebé estuviera buscando apoyo. Es necesario consultar al médico para un diagnóstico acertado.

Crisis epilépticas parciales

Como hemos dicho antes, en las crisis epilépticas parciales el inicio de la actividad bioeléctrica está limitada a una zona específica del cerebro. Se dividen en las crisis parciales simples (en el que la conciencia se conserva), y crisis parciales complejas (donde la conciencia se altera). Las crisis epilépticas parciales pueden llegar a propagarse por todo el cerebro y producir una crisis generalizada.

Las convulsiones parciales son las más comunes entre las personas con epilepsia. Prácticamente cualquier movimiento, sensación, emoción o síntoma puede interpretarse como parte de una crisis parcial, incluidas las alucinaciones visuales o auditivas.

Los vídeos que ilustran esta sección son gentileza de la Epilepsy Society del Reino Unido.

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