Destiny O’Brien es una niña estadounidense a la que le diagnosticaron un Síndrome de Landau-Kleffner a los seis años. Esta modalidad de epilepsia, poco frecuente, conlleva convulsiones de baja intensidad, pero que en ocasiones pueden ser inesperadamente violentas y hasta graves.
Destiny, que actualmente tiene once años, veía condicionada su vida por esta disfunción neurológica. Sus padres temían dejarla en compañía de personas que no supieran cómo reaccionar cuando llegaran las convulsiones.
Amigas inseparables
Uno de los médicos sugirió inscribir a la niña en una lista de espera de animaloterapia. Y aquí es donde Destiny conoció a Salsa, una Golden Retriever de dos años entrenada para realizar tareas como abrir y cerrar puertas, recoger objetos del suelo, encender y apagar luces, buscar ayuda…
Desde el primer momento se hicieron amigas inseparables. Ahora, Destiny se siente más segura e independiente, ya que si sufre una convulsión Salsa puede ir en busca de su madre o traerle la medicación o el teléfono.
Salsa “se huele” algo
Pero lo más sorprendente de esta historia es que Salsa ha empezado a alertar a Destiny de sus ataques unos 15 minutos antes de que se produzcan. Nadie sabe cómo ha podido desarrollar esta habilidad, pues no formaba parte de su entrenamiento, pero en principio se le atribuye al olfato.
Al poco tiempo de instalarse en casa de los O’Brien, una noche, sobre la una de la madrugada, Salsa despertó a toda la familia, subiendo y bajando de la cama. Al principio todos pensaban que necesitaba ir al baño, pero el animal insistió en su conducta hasta que, al ver que no le entendían, fue a estirarse junto a Destiny en su lecho. Allí fue donde la niña dijo: “Mamá, creo que voy a tener una convulsión”.
Una vida mejor
Desde la llegada de Salsa, Destiny ha visto disminuir las convulsiones y toma menos medicamentos. Sus padres ahora confían en que se cure por completo, puesto que algunos niños con esta rara forma de epilepsia sanan al llegar a la adolescencia. En todo caso, mientras tanto, con Salsa al lado de Destiny están tranquilos.
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